El abolicionismo sostiene que se debe, precisamente,abolir todo tipo de acción humana que lleve a la violación de este derecho fundamental en otros seres. Dentro de estas acciones se encuentran:
- El consumo y producción de cualquier animal o producto derivado de éste, como carne (incluidos los peces), lácteos, huevos, miel, gelatina, cuero o lana. Se incluyen dentro de estos aquellos otros productos que usan estos como ingredientes, por ejemplo algunos tipos de pan, tortas, galletas, mantequillas y pastas.
- El consumo y generación de productos de aseo, belleza y salud para cuya evaluación hayan sido utilizados animales. Dentro de estos se encuentra una amplia gama de productos de aseo personal, perfumes, cremas y medicamentos.
- La utilización de animales para entretenimiento. Circos, zoológicos, peleas (de perros o gallos), corridas de toros, coleo y corralejas se encuentran entre estos.
- La compra o venta de animales de compañía “mascotas”.
Cada una de las acciones arriba descritas implican la utilización de otro ser sintiente como una propiedad, tanto para beneficio económico como para satisfacción personal. La abolición de estas y otras acciones en la vida diaria conducen al veganismo.
El abolicionismo es radicalmente diferente de otras aproximaciones que buscan reivindicar los derechos de los animales no-humanos, como el bienestarismo, cuyo propósito no es abolir la explotación de los animales sino regularla, hecho que en última instancia no considera que estos tengan otro derecho más allá que el de “no sufrir innecesariamente”, y les sigue considerando propiedades que pueden ser explotadas para el beneficio económico y lúdico de los animales humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario